Queridos amigos, hoy Sábado Santo, de una semana muy desagradable en lo que se refiere a las persistentes incidencias climáticas de los agentes atmosféricos, quiero dejarles una obra sencillamente maravillosa de Dvorak. Una obra que entiendo es muy apropiada con el espíritu de estos últimos días que celebramos de la Semana Santa y que ayudará a sosegar el espíritu de muchas personas por su belleza musical y su enorme contenido espiritual.
La plegaria del Stabat Mater es atribuida a diversos escritores, entre ellos a Inocencio III, a San Buenaventura y al franciscano Jacopone da Todi (el más probable) autores todos del siglo XIII y versa sobre el sufrimiento de María durante la crucifixión de Jesús, expresando la compasión con el sufrimiento de ambas personas y figuras clave de nuestra historia.
El Stabat es una secuencia de la Liturgia Católica aprobada como tal en el año 1727 y de las pocas que se mantienen en el corpus católico en la actualidad, asociada a la fiesta de los Dolores de María (las secuencias que persisten son para Pascua, Pentecostés y Corpus y en el caso concreto del Requiem el Dies Irae). A la par es una pequeña "anomalía litúrgica" pues tiene dos fiestas en el santoral para su celebración (aunque el Stabat se asocia más a la fiesta de Pascua que a la del 15 de septiembre, Los Siete Dolores).
Es uno de los textos literarios que mayor número de adaptaciones musicales ha recibido; por autores de diversas épocas, escuelas, estilos y visiones musicales han pasado las palabas del Stabat para verse traducidas en notas musicales, todas y cada una de ellas de una belleza particular (Pergolesi, Palestrina, Vivaldi, Haydn, Rossini, Poulenc, etc.).
Dvorák empezó a componer su Stabat Mater a los 35 años de edad, en la primavera de 1876. Sin embargo, varios sucesos trágicos en la familia del compositor checo fueron los que dieron origen, o mejor dicho, fundamentaron la base emotiva de su obra. En septiembre de 1875 murió la hija de Dvorak, Josefa, dos días después de su nacimiento. Lleno de tristeza y añoranza por Josefa, Dvorak plasma su dolor en las notas musicales. En mayo de 1876 interrumpió el trabajo dedicándose a otros proyectos. Un año después, en agosto de 1877, su hija Ruzena, de once meses de edad, se envenenó con fósforo de cerillas y apenas un mes más tarde, el 8 de septiembre 1877, día del cumpleaños del compositor, muere de viruela el tercer hijo de Dvorak, Otik, con tres años. Todos estos luctuosos acontecimientos están sin duda en el fondo del espíritu de la obra de Dvorak a lo que debemos sumar (a pesar de todo lo pasado por el compositor) su profundo amor por Dios. La composición global se extiende desde el 19 de febrero de 1876 hasta el 13 de noviembre de 1877 en que se finalizó la orquestación de la misma.
La obra se representó por vez primera en Praga el 23 de diciembre de 1880 dirigida por Adolf Cech teniendo gran éxito y siendo representada poco después por Janacek en Brno y posteriormente en ciudades tan importantes como Londres y Budapest.
Estructura de la Obra
- Cuarteto de Coro. Andante con moto (Stabat Mater Dolorosa)
- Cuarteto. Andante sostenuto (Quis est homo, qui non fleret)
- Coro. Andante con moto (Eia Mater, fons amoris)
- Sólo, Coro, Bajo. Largo (Fac ut ardeat cor meum)
- Coro. Andante con moto, Allegretto quasi (Tui nati vulnerti)
- Contenido solamente, Coro. Andante con moto (Fac me vere tecum flere)
- Coro. Largo (Virgo virginum praeclara)
- Duo. Larghetto (Fac ut portem Christi mortem)
- Secundarias. Andante maestoso (Inflammatus et accensus)
- Cuarteto, Coro. Andante Con Moto (Quando corpus morietur)
La versión que les dejo corresponde a la excepcional aproximación del maestro checo Vaclav Smetácek que dirige a una excepcional, brillante, portentosa y rica en matices Orquesta Filarmónica Checa y a unos solistas, no muy renombrados en general, pero excepcionalmente ricos en expresividad musical, belleza de timbre y capacidad vocal. El excepcional Coro de la Filarmónica de Praga está absolutamente maravilloso, bellísimo y conmovedor.
El conjunto de todos ellos nos brindan un Stabat Mater sencillamente maravilloso, emotivo como pocos, rico en matices, perfectamente sincronizado en su forma y en su alma con la profundidad de las palabras del texto. La música es fiel reflejo del sentimiento que emana de las palabras. Los instrumentos elegidos por Dvorak en cada una de las partes matizan de manera prodigiosa las frases y son capaces de "decir" lo mismo que ellas. El dolor, la pena profunda, la resignación, etc. están fielmente reflejadas en la música de Dvorak. Una música profunda como pocas, capaz de llegar a los sentimientos más íntimamente guardados. Los cambios de ánimo están francamente bien matizados; de una manera portentosa a través de la instrumentación y no menos maravillosamente a través del juego con las masas corales, masculinas y femeninas, y de los solistas. Una obra que desde el dolor y el sufrimiento que la recorre finaliza con la alegría de la Resurección y la confianza en la vida eterna. Un prodigio de composición y una obra de arte de interpretación. Sencillamente magistrales todos y cada uno de los artistas que intervienen en su recreación.
Es muy bonito y enormemente emotivo seguir la música con la letra del Stabat para percibir la maravillosa armonía entre ambas y acentuar aún más la manera excepcional de asociar los estados de ánimo y sentimientos tan dispares que aparecen a lo largo de la obra con una música perfectamente adaptada a los mismos.
Les dejo dos letras en paralelo, la original latina y una traducción actual aunque les recomiendo encarecidamente que lean la versión excepcionalmente rica y soberbia de Lope de Vega (eso se llama traducir con alma y con conocimiento) que consigue con sus palabras plasmar la profundidad del mensaje.
Igualmente les recomiendo la lectura de este post del excepcional Blog amigo Oído Fino:
El CD se acompaña de otra pequeña gran joya de la música. La preciosa Serenata para Cuerdas de Dvorak. La interpretación está a cargo del siempre excepcional maestro Kubelik que en esta ocasión dirige a la Orquesta de Cámara Inglesa ofreciéndonos una aproximación delicadísima de la obra, preciosa en su abordaje global, en sus tempi, en la riqueza de sonoridades obtenidas, en la variedad de los timbres y en la sedosidad excepcional de las cuerdas.
La Serenata fue estrenada en Praga en diciembre de 1876 también dirigida por Adolf Cech. Una pequeña obra de profunda evocación poética, de maravillosa invención melódica, de intimismo increíblemente evocador; una obra para gozar y disfrutar, un verdadero canto a la sensibilidad y a la belleza musical y melódica. Excepcionalmente bella, es una de esas "músicas" que se te meten en el corazón para siempre y que además no eres capaz de dejar de tararear cuando la escuchas.
Dvorak
Stabat Mater*
Serenata para CuerdasVaclav Smetácek*
Orquesta Filarmónica Checa*
Coro Filarmónico de Praga (Director, Josef Veselka)*
Solistas
Stefania Woytowicz, soprano; Vera Soukupova, contralto; Ivo Zidek, tenor; Kim Borg, bajo*
Rafael Kubelík
Orquesta de Cámara Inglesa
Grabaciones
Praga, 15 al 20 de diciembre de 1961, Rudolfinum*
Londres, 28 al 30 de mayo de 1969
Mp3
FLAC
Texto
Texto Lope de Vega
Muchas gracias, Julio, por tu interesante blog y la magnífica selección de música que compartes con nosotros.
ResponderEliminar¿Conoces este discurso de Riccardo Muti? Seguro que te gustará: http://www.youtube.com/watch?v=xhZct1H4bxI
Hola querido Jeis. E cuanto llegue a caso lo veo y te comento. Un abrazo.
ResponderEliminarActualizada la entrada/Updated entry: Dvorak. Stabat Mater. Serenata para Cuerdas. Vaclav Smetácek. Orquesta Filarmónica Checa. Coro Filarmónico de Praga. Rafael Kubelík. Orquesta de Cámara Inglesa. 1961. 1969.
ResponderEliminarmuchas gracias, me encanta este blog siempre tiene muy buenas cosas, ahora mismo estoy estudiando los stabat mater y me viene muy bien, muchas gracias por compartir
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