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miércoles, 22 de junio de 2016

Bruckner. Sinfonía nº 5. Eduard van Beinum. Concertgebouw Orchestra. 1959.


Queridos amigos dejamos esta mañana un precioso disco correspondiente a la maravillosa interpretación de la Sinfonía nº 5 realizada por Eduard van Beinum al frente de su orquesta la escepcional Royal Concertgebouw Orchestra de Amsterdam. Ejemplo del arte de este excepcional director, fallecido prematuramente en el podio de dirección, y ejemplo particular de su visión bruckneriana. Un disco en el que se suman el amor por la música de Bruckner y el talento de una orquesta curtida en su música, una orquesta con tradición en sus obras.

Beinum desempeñó las tareas de segundo director y luego co-director junto al indiscutido titular de la misma, el excepcional, excepcional y durísimo, Willem Mengelberg. Tras la depuración de Mengelberg después de la guerra pasó a ocupar el puesto de director principal de la misma desde 1945 hasta su fallecimiento en 1959.

Su época el frente de la orquesta holandesa representó un punto de reencuentro con la música perdida y proscrita durante la ocupación alemana. Se volvieron a escuchar y programar Mendelssohn, Debussy, Tchaikovsky, Mahler o Stravinsky de forma regular. Su relación con la orquesta distaba por completo de la mantenida por su antecesor, la música y las personas fueron tratadas por Beinum de forma directa, de tu a tu. No había imposiciones, la relación se establecía de manera intuitiva y colaborativa. Beinum consideraba que su papel, el papel en general del director de orquesta y de la misma orquesta debía ser el de mero instrumento para traducir y llevar la voz y el deseo del compositor. Beinum consiguió el respeto del público holandés en una época muy compleja de la la historia, respeto que mantuvo hasta el fin de su vida.

Su respeto general por la partitura fue siempre su aspecto más destacado en cuanto a su forma de acercarse a las obras. Junto a ello debemos apreciar su finura de estilo, su facilidad para la expresividad, el precioso manejo de los timbres orquestales, su comprensión realmente fantástica de los tiempos, la calidez que imprimía a sus ejecuciones, la viveza en su dirección y el bellísimo juego que era capaz de obtener de los diferentes grupos orquestales. Por encima de cualquier otro detalle destaca siempre su naturalidad y espontaneidad, su frescura y su vitalidad.


Fue el responsable de sacar al exterior de manera habitual a la orquesta, de hacer crecer su reputación y su nombre. Las giras que realizó por Gran Bretaña y EEUU fueron éxitos realmente impactantes. Éxitos para la orquesta y para él mismo como director. Tuvo contactos con varias orquestas extranjeras, principalmente con la Filarmónica de Londres y la Filarmónica de los Ángeles amén de una muy variada actividad como director invitado aunque su centro de gravedad siempre estuvo en su Concertgebouw.

Beinum que padecía de enfermedad cardiaca tuvo algunas temporadas de recaída en su estado global de salud y finalmente fallecía en abril de 1959 tras un ataque masivo al corazón en el ensayo de la Primera Sinfonía de Brahms con la orquesta holandesa, su orquesta. En su funeral se interpretó el Adagio de la Octava Sinfonía de Bruckner. Su responsable, Bernard Haitink, extraoficialmente tenido y nombrado siempre por Beinum como su sucesor.

En el disco que dejamos hoy podemos encontrar una preciosa aproximación a la magna obra de Bruckner. Una aproximación vital, acerada, intensa, rica en matices, fresca y directa. Con una ejecución por parte de la orquesta realmente digna de admirar podemos encontrar todos los detalles que han hecho famosa a la misma, cuerdas realmente maravillosas, como sedas, maderas de una sonoridad profundamente bella y delicadas, metales poderosos y brillantes, conjunto equilibrado y empastado, de sonoridad precisa y ejecución equilibrada.

Una interpretación vibrante, que aún con ritmo rápido nos permite apreciar preciosos matices en los juegos instrumentales, a veces casi camerísticos, cálida y apasionada, viva y dinámica. Toda la interpretación merece la pena pero particularmente siempre me han impactado los dos últimos movimientos, realmente bellos, un dulcemente manejado Scherzo y un poderosamente impulsivo Finale.

Un disco de enorme altura, de gran valor musical y de un alto nivel histórico como ejemplo de un Bruckner holandés diferente a lo que vendría luego de la mano de Haitink o Jochum aunque está presente en él el sello global de la orquesta, su impronta, su alma y su tradición bruckneriana. Alma y tradición que sigue viva a día de hoy. Gracias entre otros a Beinum que mantuvo esa tradición y la llenó y empapó con su propia alma y pasión por el maestro austriaco.


Que disfruten de este documento sonoro. Estoy convencido que disfrutarán de él.


Bruckner
Sinfonía nº 5

Eduard van Beinum
Concertgebouw Orchestra amsterdam
Versión de 1878, Edición de Leopold Nowak de 1951 sin diferencias significativas sobre la Edición Hass de 1935

Grabación
Concertgebouw, Amsterdam
Grabación de la Radio Holandesa del 12 de marzo de 1959










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11 comentarios:

  1. Que suerte tuvo esta gran orquesta con disponer a su frente de van Beinum tras los tantisimos años de Mengelberg!!. Representó a mi juicio una renovación de formas y colores (timbres). Creo que es el responsable de la Orquesta del Concertgebow moderna.
    Luego vendría el binomio Jochum/Haitink, seguido por los tantos años de Haitink en solitario. Tras él, cierto cambio de sonoridad con Chailly (aunque nos han dejado juntos registros magníficos). Y ahora con Jansons vuelve a recuperar sus colores, cuya base puso van Beinum.

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    1. Efectivamente querido Alejandro pienso que una gran parte del concepto Concertgebouw moderno tiene su inicio en Beinum sin plvidar desde luego el enorme trabajo que realizó ese grandísimo director que fue Mengelberg. Obviando toda su ideología y forma particular de ser, puso los cimientos de una orquesta seria, conjuntada, de repertorio amplio. Desde luego el Concertgebouw ha tenido una historia muy bien manejada por sus responsables en cuanto a la elección y duración de sus titulares.

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  2. Pero esta 5ª de Bruckner me ha gustado mas bien poco.
    ¿Como filiamos a este, Julio?.- Voviendo a un tono jocoso lo filiamos de "agnóstico apresurado" ????? --- jajaja

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    1. No, no, pienso que es un verdadero místico. ¿Apresurado? Va en unos tiempos muy parejos a los grandes de su época. Místico, místico querido Alejandro.

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    2. Voy a volverla a oir con calma, pues no la conocia, y reconozco que mi audición ha sido un poco en segundo plano, distraido por otras circunstancias

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    3. Creo que te gustará querido Alejandro, tiene bellísimos momentos y una concepción global maravillosa. Además el directo le da un plus de magia.

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    4. Hola, querido Julio Salvador:

      Nuevamente acercándome al blog desde Lima-Perú. Sólo quisiera mandarte un saludo y un reconocimiento por tu labor difusora y por compartir estos que, como tú dices, son bellos documentos sonoros. No conocía la V de Bruckner por Van Beinum, gran bruckneriano, como es bien sabido. Mis V de Bruckner favoritas son las de todo el mundo: Jochum (Philips), Horenstein (BBC Legends), Celi (Altus). Sospecho que esta de Van Beinum entrará de lleno en ese canon.

      Un abrazo, y ¡gracias!

      Prometo no ausentarme.

      Martín

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    5. Martín acabo de ver este comentario. Lamentable por mi parte. Lo siento.

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  3. Actualizada la entrada/Updated entry: Bruckner. Sinfonía nº 5. Eduard van Beinum. Concertgebouw Orchestra. 1959.

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