Queridos amigos dejamos en la tarde de hoy un maravilloso disco. Un registro realizado por el maestro Bernstein al frente de las cuerdas, sublimes cuerdas, de la Filarmónica de Viena de los cuartetos Op. 131 y Op. 135 del gran Beethoven.
Dos cuartetos que a pesar de su dificultad en ser traspuestos a un registro con mayor número de efectivos son los que se prestan con más facilidad a ello.
La realización de estas versiones no es nueva en la historia fonográfica aunque en el caso del cuarteto Op. 135 es Bernstein el primero en llevarlo al disco. Mahler, Furtwängler, Toscanini, Mitropoulos y otros tienen en su historia interpretaciones del cuarteto Op. 131 y Toscanini registros parciales de algunos movimientos del Op. 135.
La relación del maestro Bernstein con esta música y esta forma de acercarse a su trasposición viene de sus años de estudiante en Harvard y de su asistencia a algunos conciertos que el maestro Mitropoulos ofreció en 1937 y en alguno de los cuales interpretó, con sus anotaciones particulares, el cuarteto Op. 131 con las cuerdas de la Sinfónica de Boston.
Pocos años después Mitropoulos dejó su partitura personal de la obra a Lenny y este realizó sus propias anotaciones utilizando su partitura para un concierto con la New York City Symphony Orchestra. Esas mismas anotaciones que consistían en los momentos justos en los que se doblaban los chelos por los contrabajos y localizados en determinados pasajes de la partitura se han mantenido en el tiempo y son los empleados para el registro con la Filarmónica de Viena. No hay más cambios en la partitura de Beethoven.
El registro de esta obra por Lenny en Viena está dedicado a la memoria de su mujer, Felicia Montealegre, fallecida el 16 de junio de 1978 (en las anotaciones de la fecha de registro ampliaremos un detalle más al respecto).
El cuarteto de cuerdas nº 14 en Do sostenido menor Opus 131 de Ludwig van Beethoven fue compuesto hacia 1826 y está dedicado al Barón Joseph von Stutterheim.
En relación al cuarteto Op. 135, último cuarteto de Beethoven, la relación de Lenny con el mismo viene de unos registros de Toscanini al frente de la NBC Symphony Orchestra del año 1938 en los que interpretó los dos movimientos centrales del cuarteto, variando su orden, disposición y registro que repite durante varios años en las transmisiones radiofónicas de la NBC.
Esta escucha impulsa a Lenny a realizar en un futuro el registro completo del cuarteto con el orden exacto de sus movimientos centrales y realizando sus propias anotaciones a la partitura de la misma manera que las de Mitropoulos con el Op. 131. doblar los chelos con los contrabajos en determinados pasajes bien sea en su línea o unos tonos más bajos e impulsar así la sonoridad de algunos pasajes de escritura más compleja dotándolos así de mayor fuerza expresiva.
El cuarteto de cuerda nº 16 en Fa mayor Opus 135 "La difícil decisión" de Beethoven es el último de su ciclo de 16 cuartetos de cuerda. Fue escrito en 1826 y estrenado en marzo de 1828. Ese fue el último trabajo importante del compositor y debe su nombre al título del último movimiento. Este comienza con unos acordes introductorios lentos y sombríos, que llevan la anotación "Muß es sein?" (¿Debe ser?), a los que se les responde con el más veloz y alegre tema principal "Es muß sein!" (¡Debe ser!)".
Espero que disfruten de esta hermosa música, verdadera delicia musical y maravilla de la composición. Una adaptación que nos permite gozar de manera extraordinaria de su belleza intrínseca que se ve además amplificada por la intervención del conjunto de cuerdas de la excepcional Filarmónica de Viena y la extraordinaria dirección de conjunto de Bernstein. Un disco absolutamente recomendable y realmente conmovedor y profundo.
Beethoven
Cuartetos de Cuerda, Op. 135 y Op. 131* (anotaciones de Dimitri Mitropoulos*)
Versiones Orquestales
Leonard Bernstein
Orquesta Filarmónica de Viena
Grabación
Cuarteto de Cuerda, Op. 135
Viena, Musikverein, 18 de septiembre de 1989
Cuarteto de Cuerda, Op. 131
Viena, Konzerthaus, 12 de septiembre de 1977 (otras fuentes hablan de 12 de junio de 1978, pocos días antes del fallecimiento de Felicia Montealegre a quien está dedicado el concierto)
Ciertamente, querido Julio, una de las mejores cosas que hizo Lenny en su carrera. Además de en disco(lo compré hace años en el Carrefour, qué cosas), se puede encontrar la filmación por ahí, aunque cada uno de los cuartetos en un DVD distinto.
ResponderEliminarQuerido Fernando, tienes toda la razón. Hay discos que compras en lugares insospechados. Muchos de mis discos de Szell son de Alcampo. Volviendo al plano serio, un disco este de Lenny, sensacional, realmente precioso. Creo que lo disfrutarán todos nuestros amigos.Un abrazo.
EliminarMaravillosa música, de una intensidad que de verdad sobrecoge. Recuerdo que grabé uno de ellos de radio clásica, y el comentarista, creo que era Jorge González Giner, finalizaba la obra aludiendo a la música, que nos llegaba "en las transfiguradas manos de Leonard Bernstein". Pues eso. Muchisimas gracias Julio.
ResponderEliminarGracias querido Carlos Alberto. Precioso comentario ese del gran Giner. Ciertamente es ya por ella misma una música excepcional y en las manos de Lenny, inspirado, y los vieneses, suena a algo más que pura belleza.
EliminarUn abrazo.
Muy buen disco querido Julio: realmente puede apreciarse de la mano de Lenny la dimensión sinfónica de estos dos cuartetos, tan visionarios en su época y cautivantes hoy en día justamente por esa capacidad del genio de Bonn de anticiparse a su tiempo.
ResponderEliminarIndudablemente hay en el Cuarteto Op. 131 elementos que lo vinculan con la Segunda Escuela de Viena, como la disonancia que parece ser la regla y no la excepción. Lo mismo en el Cuarteto Op. 135, acaso uno de las obras más espontáneas del maestro en la que la madurez creativa no es un obstáculo sino una herramienta puesta al servicio de la experimentación musical. El segundo movimiento, en esta versión orquestal, tiene la dosis justa de frescura que invita a dejarse llevar, a divertirse como un chico con un juguete nuevo.
Más que ensalzados quedan con esta grabación los dos maestros, Beethoven y Bernstein, y la Filarmónica de Viena.
Un abrazo.
Curiosamente, Beethoven estaba totalmente sordo cuando imaginó ese futuro disonante. Quizá, como decía Wagner, la sordera le permitía escuchar la voz de su ser más interior, su 'inner self'. Eso sólo una especulación,. pero muy hermosa. Un saludo.
EliminarQueridos Nicolás, Martín. Muchas veces los compositores hacen estas maravillas, crean obras cuyas mentes imaginan y quizá sí o no, crean son algo de un tiempo a venir. Sea como fuera, es cierto que nos dejó unas obras "experimentales" o bien muy personales e íntimas; dos obras en las que otros muchos vieron una fuente de inspiración y otros una forma de dar al público un exquisito banquete musical.
EliminarGrcias a ambos, de verdad, por vuestros comentarios.
Gracias a ambos, por sus apreciaciones. Por supuesto que más allá del resultado, no cabe olvidar la importancia personal que cada obra tiene para su creador. Saludos.
EliminarEso siempre querido Nicolás, su creador tiene su idea y cuando compone algo, por algo es. Luego el tiempo y los hombres le dan un lugar u otro. Un abrazo.
EliminarMuchas gracias por su trabajo, una vez más, don Julio.
ResponderEliminarQuerido Martín, gracias amigo.
EliminarMuchísimas gracias a todos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Julio!!
ResponderEliminarA ti querido Guiller. Espero que lo hayas disfrutado. Un abrazo.
Eliminarme encanta beethoven
ResponderEliminar