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jueves, 9 de septiembre de 2010

Shostakovich - Sinfonía nº 11 "El Año 1905". Mravinsky. Orquesta Filarmónica de Leningrado. 1959 (1967).


Volvemos a retomar a un compositor y a un director a los que teníamos algo olvidadillos y por los que siento una especial predilección: Shostakovich y Mravinsky.


Os dejo un disco con la Sinfonía nº 11 obra de la que ya hemos dejado una anterior muestra absolutamente maravillosa en manos de la Sinfónica de Houston y Stokowski (http://juliosbv.blogspot.com/2010/02/shostakovich-sinfonia-n-11-leopold.html) que recomiendo escuchen y si pueden lean los comentarios.

A modo de breve recordatorio la sinfonía fue compuesta en 1957 para conmemorar el 40 aniversario de la Revolución Soviética y se creó por vez primera el 30 de octubre de1957 en el Conservatorio de Moscú por la Orquesta Sinfónica del Estado de la URSS dirigida por Nikolai Rakhlin.

En esta ocasión corresponde el honor de interpretar esta obra soberbia al gran Mravinski. Y como en él es habitual no defrauda. Una interpretación bellísima, directa, fuerte, que transmite todos los sentimientos de la partitura de forma maravillosa. Fuerte y acerada como es habitual en el maestro pero suave y delicada cuando lo precisa (el tercer movimiento por ejemplo es una delicia en su escucha y desarrollo). Le acompaña además una absolutamente inconmensurable Orquesta Filarmónica de Leningrado de una musicalidad, una calidad instrumental y una sonoridad orquestal increíble.


En cuanto al disco que os dejo hay en él una pequeña controversia al comparar con los datos de la discografía del maestro Mravinsky. En el propio CD y en otros semejantes que ofrecen esta obra dan como fecha y lugar de grabación 1967 en la radio de Praga. Consultando otras fuentes parece ser que en realidad se trata de una grabación en la radio pero el 2 de febrero de 1959 en el Large Studio of Moscow Radio. La toma sonora, sea cual sea, es maravillosa, monoaural pero impresionante, permitiendo captar todos los detalles con una calidad increíble.

Disfruten de esta interpretación, creo sinceramente que merece la pena. Es un bellísimo ejemplo de la maravillosa forma de entender a Shostakovich que tenía el gran maestro Mravinsky. Un Shostakovich acerado, musicalmente perfecto, sin gestos a la grandilocuencia ni de cara a la galería. Un Shostakovich sencillamente soberbio.


Shostakovich
Sinfonía nº 11 "El Año 1905"

Mravinsky
Orquesta Filarmónica de Leningrado

Grabación
Moscú, Estudios de la Radio, 2 de febrero de 1959








miércoles, 8 de septiembre de 2010

Mahler. Sinfonía nº 4. Bernstein. OF de Viena. Ciclo DVD. 1972.


Retomamos en esta entrada una de las últimas entregas que nos quedan del ciclo grabado por Leonard Bernstein para DG y editado en formato DVD. Otra de las cositas pendientes que nos quedaban por solocar.

En esta ocasión una preciosa y magnífica aproximación a esta bella sinfonía, a la altura de las más grandes y sinceramente creo que más lograda que la de sus ciclos en CD de Sony y DG.

La sinfonía se estrenó, bajo la dirección del compositor, en Munich el 25 de noviembre de 1901 con escaso éxito posiblemente por su dificultad técnica, su novedosa incorporación de esa voz solista final con ese carácter apacible y sereno tan diferente al resto de la obra.

En su composición Mahler aprovechó para el cuarto movimiento “Das himmlische Leben” (la Vida Celestial) que ya tenía elaborado y debía formar parte de la tercera y compuso alrededor de él el resto de esta corta pero genial obra sinfónica. Última de sus aventuras sinfónicas con los Des Knaben Wunderhorn y su mundo poético es también una de sus primeros ejemplos de simplicidad, claridad, estilo refinado y casi neoclásico en la obra de Mahler. Esto como decíamos quizá sorprendió a los oyentes viendo en ese tiempo una vuelta a los valores clásicos musicales de su Imperio Austro-Alemán.


La aproximación de Bernstein a la obra resulta francamente bonita, desde el movimiento inicial donde no encontramos un Lenny impetuoso sino muy próximo al estilo suave y sencillamente melodioso y clásico del movimiento pasando por los movimientos intermedios preciosamente interpretados con un amor inmenso, una delicadeza sublime, un tempo exacto para desgranar toda la belleza que encierran y una claridad instrumental maravillosa que permite disfrutar de cada uno de los instrumentos, de su sonoridad propia, de una manera soberbia (maravillosos solistas de esa fantástica Orquesta Filarmónica de Viena). La emoción y la profundidad de sentimiento de ese magnífico tercer movimiento es asombrosa, pone los vellos de punta, eriza tu piel y estremece el corazón. Finaliza la obra con ese cuarto movimiento genial, bellísima combinación de música, idealismo y poesía, dulcemente cantado, infantilmente enfocado y perfecto en la dicción de una magistral Edith Mathis, sublime, perfecta en el canto, en la emoción y sensibilidad necesaria transmitida a la música.

Edith Mathis-Leonard Bernstein-Orquesta Filarmónica de Viena

Una bellísima aproximación que espero disfruten con toda su alma.

Mahler
Sinfonía nº 4
Bernstein
Edith Mathis, soprano
Viena, mayo de 1972

Bruckner. Sinfonía nº 8. Furtwängler. Orquesta Filarmónica de Viena. 1944.


Queridos amigos vamos a ir retomando algunos discos de colecciones que se han ido quedando atrás sin poder publicarlos.

Vamos a comenzar por el cuarto disco de la DG de las obras de Bruckner por Furtwängler y en concreto con una obra monumental de arte. La grabación de Furtwängler con la Orquesta Filarmónica de Viena en el año 1944.

Monumental e impresionante obra sinfónica del gran Bruckner, recoge en ella toda su expresividad, su capacidad compositiva, la tensión, la emoción profunda, su sonoridad típica, catedralicia y profunda, su orquestación preciosa y amplia. Es como se la llegó a calificar la "Sinfonía de las Sinfonías".


La obra iniciada sobre el año 1884 tras el éxito de su Séptima Sinfonía tuvo un azaroso desarrollo debido al rechazo de Hermann Levi (a quien Bruckner remitió el original en 1887) de la misma seguramente por la incomprensión de la profundidad y complejidad. Bruckner realizó un trabajo profundo sobre la obra hasta llegar a su versión definitiva de 1889-1890. Los cambios fundamentales que realizó el gran maestro fueron sobre la orquestación (más amplia), el primer movimiento retocando la coda final (que quedó más misteriosa y profunda), algunos pequeños cortes del final y cambios en las dinámicas con texturas más sutiles y un juego de las armonías de vientos y maderas más delicado. Dado el carácter de Bruckner revisar no es aceptar que la obra tenga defectos es mejorarla, hacerla más perfecta.

Hubo varios intentos de estreno que finalmente no se pudieron materializar, fundamentalmente por la imposibilidad o dificultad que presentaba para orquestas y directores (reputadísimos como el mismo Levi, en su caso concreto fueron motivos de salud pública, o Weingartner). Finalmente tuvo lugar en Viena el 18 de diciembre de 1892 por la Orquesta Filármonica de Viena y la dirección de Hans Richter. El éxito fue rotundo.

La obra fue dedicada por Bruckner al Emperador Francisco José I de Austria y fue encargada la edición impresa por los amigos Josef Schalk y Max von Oberleithner.

El resultado es una obra bellísima, un primer movimiento excepcional, brillante y con un desarrollo final que se desvanece de una forma mágica; un scherzo alegre y bello, con matices de la música austriaca, rico y precioso en su sonoridad con la presencia maravillosa de las arpas; un adagio absolutamente monumental, emotivo, íntimo y de una sensibilidad y pasión contenida impresionantes y un movimiento final con los temas de los movimientos anteriores en el que la mezcla de fuerza, pasión, monumentalidad con otros momentos más sosegados y profundos es francamente increíble y que aún finalizando en una explosión final triunfal esta es más retenida y concisa que en anteriores obras.

La interpretación que os dejo es sinceramente maravillosa. La Orquesta Filarmónica de Viena está soberbia, impresionante en sus matices y con una sutileza increíble. Es rica en sonoridad, amplia y poderosa y tiene esa increíble capacidad de transmitir sensibilidad y suavidad cuando es necesario que resulta asombrosa. El recorrido que nos propone el gran Furtwängler es apasionante, sin decaer en momento alguno, llevándonos envueltos en seda en un recorrido ascendente y descendente por todos los pasajes intensos o profundos de la obra, desde lo alto de la montaña hasta la tranquilidad del valle. Nos mece en ella, nos integra en su inmensidad y belleza.


Una verdadera maravilla de ejecución y con un sonido de ¡1944! impresionante.

No duden en escucharla.

Bruckner
Sinfonía nº 8
Furtwängler
Orquesta Filarmónica de Viena
Viena, Radio DDR, 17 de octubre de 1944
Furtwängler usa la Edición Haas de 1890 con los retoques de 1892 del estreno





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FLAC

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Otros enlaces semejantes:


Sinfonía nº 4 DG
Sinfonía nº 7 DG
Sinfonía nº 9 DG


lunes, 6 de septiembre de 2010

Bartók. Concierto para Piano y Orquesta nº 3. Schumann. Sinfonía nº 4. Herbert von Karajan, Géza Anda, Staatskapelle Dresden. Salzburgo. 1972.


Queridos amigos os dejo un disco que creo merece la pena escuchar con atención. Corresponde a una grabación en directo en el Festival de Salzburgo de 1972 de obras de Bartók y Schumann. Se unen para la ocasión dos grandes músicos. De un lado Karajan y de otro Anda. Acompañan a ambos una fenomenal Staatskapelle Dresden. La ocasión brindó una aproximación genial a las dos piezas ofrecidas, de una lado un logradísimo Concierto para Piano nº 3 de Bartók (la única obra del autor que ofreció Karajan en Salzburgo) y de otro una apasionada interpretación de la Cuarta sinfonía de Schumann.

El Concierto para Piano nº 3 de Bartók es quizá el más delicado, el menos sombrío y el que posee una mayor sutileza sonora casi impresionista o neoclásica. Fue compuesto por Bartók en la etapa final de su vida y dedicado a su mujer Ditta Pásztory-Bartók, pianista también como Bartók. El tercer y último movimiento del concierto quedó inconcluso a la muerte del autor el 26 de septiembre de 1945 y fue su alumno, Tibor Serly, el responsable de completar los últimos 17 compases. El Concierto se estrenó en Filadelfia el 8 de febrero de 1946 con György Sandor al piano y la Orquesta de Philadephia dirigida por Eugene Ormandy.


La interpretación ofrecida en el disco por Karajan, Anda y la Staatskapelle Dresden es bellísima. Orquestalmente es una maravilla escuchar esta orquesta, de una enorme belleza sonora y que logra un acompañamiento perfectamente armonioso a la interpretación emotiva, íntima y delicadísima de un Anda fenomenal (un verdadero maestro en Bartók) sin olvidarnos de un Karajan genial refinado, sutilísimo y logrando un equilibrio musical maravilloso. Una verdadera obra de arte.



El disco se cierra con una interpretación memorable de la Cuarta Sinfonía de Schumann (en su primera versión de 1841 en cuatro movimientos).


Reconozco que en otras interpretaciones de Karajan su Schumann no me "impacta" de forma particular pero en esta ocasión el juego sonoro y orquestal que obtiene de esa fenomenal orquesta de Dresde me hace sentir emoción y pasión; logra extraer una expresividad enorme en cada uno de los movimientos junto con una interpretación sin tacha de todos y cada uno de los instrumentistas. Combina el lirismo, la pasión y la fuerza de una forma increíble. Toda la obra está perfectamente lograda, desde el principio al fin; particularmente encantador su segundo movimiento y enorme el último (me sigue pareciendo uno de los finales sinfónicos más bellos existentes). Merece la pena escuchar esta aproximación de Karajan.




Bartók
Concierto para Piano nº 3

Herbert von Karajan
Géza Anda
Staatskapelle Dresden

Salzburgo, 13 de agosto de1972

Schumann
Sinfonía nº 4

Herbert von Karajan
Staatskapelle Dresden

Salzburgo, 13 de agosto de 1972








Visitar también la entrada de Fricsay y Anda aquí.

Pavarotti. Un Homenaje. Donizetti. Lucia di Lammenmoor. Orquesta y Coro de la RAI de Turín. Director, Francesco Molinari-Pradelli. Pavarotti, Scotto, Cappuccilli. 1967.


Hoy hace tres años nos dejó uno de los más grandes músicos del siglo XX: el tenor Luciano Pavarotti.

Esta entrada va más allá de querer ofrecer algo único, excepcional o diferente y por supuesto sin el ánimo de permitir comparativas con esta o aquella interpretación. Simplemente quiero dejarla como muestra de respeto a uno de los más grandes tenores del pasado siglo XX, a una persona que me ha hecho sentir emociones únicas e irrepetibles con su maravillosa voz y su entrega y pasión en sus acercamientos a los personajes a los que daba vida.

Luciano eras grande, muy grande. Muchas gracias por tu amor y pasión por la música y gracias por los momentos que por ellos he podido vivir.

Seguro que allá arriba están felices de tenerte.


Luciano Pavarotti


Donizetti
Lucia di Lammermoor
Orquesta y Coro de la RAI de Turín
Pavarotti, Edgardo
Scotto, Lucia
Cappuccilli, Enrico
Francesco Molinari-Pradelli
Turín, 30 de junio de 1967