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viernes, 13 de agosto de 2010

Beethoven. Sonatas para Violonchelo y Piano. Rostropovich, chelo; Richter, piano. 1964.


Tras mi enorme alegría expuesta en en post de ayer dada por el reencuentro son el disco de Solti y la Obertura 1812, hoy viernes, con un pequeñito puente a la vista, nada más falta me hace que descansar bien, darme un paseo en la moto para "sentir el aire" e irnos con los nenes a casa de unos amigos con piscina donde disfrutaremos de una amena charla amén del fresquito del agua, os dejo un disco bastante más sosegado con el que pienso entretenerme durante estos días.

La Integral de las Sonatas para Violonchelo y Piano del gran Beethoven. En esta ocasión en una interpretación en vivo de dos "monstruos musicales": Rostropovich y Richter. Reconozco que estas obras me han emocionado siempre, desde su primera escucha.

Las sonatas para chelo y piano son una complicación, bellísima complicación, por el carácter de ambos instrumentos pero cuando se logran combinar sin "taparse uno al otro" resultan de una belleza conmovedora. Y en ello el gran Bethoven fue un experto. Fue uno de los iniciales compositores para esta agrupación y uno de los grandes hasta Brahms y Martinu.



Las sonatas son:

Sonata en F mayor nº 1; Sonata en Fa mayor nº 2 Op. 5, nº 1
Sonata in G minor nº 2; Sonata en Sol menor nº 2, Op. 5, nº 2
Sonata in A major nº 3; Sonata en La mayor nº 3, Op. 69
Sonata in C major nº 4; Sonata en Do mayor nº 4, Op. 102, nº 1
Sonata in D major nº 5; Sonata en Re mayor nº 5, Op. 102, nº 2

Las dos primeras sonatas son algo inusuales en su estructura con dos bellísimos adagios de movimientos iniciales que preceden a dos movimientos rápidos expansivos y llenos de enormeme vituosismo. Fueron compuestas en 1796 y dedicadas al Rey Prusiano Federico Guillermo II.

La sonata intermedia, la Op. 69, quizá la más bella de todas, es una muestra perfecta del tono medio entre el tempermento de las dos iniciales y la profundidad clásica de las dos últimas. Fue dedicada al barón Gleichenstein y compuesta en 1808. La sonata fue estrenada en 1812 por Czerny y Linke y fue presentada años más tarde en el concierto celebrado en 1927 en la Ópera de París por Alfred Cortot y Pablo Casals. Es un equilibrio precioso entre el virtuosismo y la solemnidad artística, el juego entre ambos instrumentos está maravillosamente logrado en todas y cada una de sus secciones e intervenciones.

Las dos últimas sonatas del 1815 son muestras del último Beethoven, explorador de las posibilidades instrumentales, de su atractivo musical, de ir un poco más allá en la exploración de sus posibilidades y de abrir un camino a la exploración formal hacia las grandes agrupaciones de cuerda. Fueron dedicadas a la Condesa Marie von Erdödy.

Todas ellas en global son de una belleza suprema, de una armonía tan bonita que te hacen escucharlas ensimismado en su sonoridad y en el seguimiento de su desarrollo vas descubriendo pasajes cada cual más bello. Francamente una bellísima música para momentos de necesidad de tener placer por la simple belleza sonora y paz y tranquilidad en su escucha.

Parte final. La interpretación. Mis dudas he tenido a la hora de dejaros una muestra de ellas. Me he decantado quizá por esta al ser algo menos conocida. Desde luego tiene un valor musical extraordinario y son conmovedoras y perfectamente interpretadas. Son dos marvillosos artistas tocando en directo y en una unión perfecta. Pero no es la que más me emociona ni la que más sentimientos me hace aflorar. Eso se queda para Fournier-Gulda y los geniales Casals-Serkin de Prades (llegarán). Es sólo una simple cuestión de pellizcos al corazón.






De todas maneras os dejo este maravilloso ejemplo de música preciosa interpretada por dos magistrales músicos: Richter y Rostropovich.






Beethoven
Sonatas para Violonchelo y Piano
Rostropovich
Richter
Edimburgo, 30 de agosto de 1964, directo


Mp3

Disco 1
Disco 2

FLAC

Disco 1
Disco 2

jueves, 12 de agosto de 2010

Tchaikovsky. Obertura 1812. Fantasía Obertura Romeo y Julieta. Suite del Cascanueces. Solti. Orquesta Sinfónica de Chicago. 1986.


¡Felicidad!

Es la palabra justa que en estos momentos puedo indicaros define mi estado anímico. Justo hace unos momentitos estaba comentando con un amigo del blog, Quinoff, que no sabía definir mi estado emocional, una mezcla entre abatido y medio alegre lo que unido a un cansancio, quizá aumentado por el calor sofocante de esta semana, me hacía sentir cuanto menos extraño.

Estaba repasando el correo de hoy y terminando unas tareas pendientes del trabajo y estaba enormemente nervioso esperando a que un programilla estupendo fuera capaz de separarme y decodificarme un archivo que nuestra amiga Ipromesisposi me localizó ayer (muchísimas gracias) y que le había pedido por favor si era capaz de encontrar. Y finalmente lo hizo, y lo descargué, y me leí unos cuantos manuales rápidos de procesos informáticos de codificar, descodificar, convertir, etc., etc., y unos programitas para hacer esas cosillas técnicas.

La ilusión y los nervios me comían por dentro hasta que finalmente el citado programita hizo "pit-pit" lo que deduje significaba que al  fin iba a poder disfrutar de un disco perdido y enormemente ansiado. Este que ahora os dejo: la estupenda versión e interpretación por Solti y su orquesta de Chicago de la Fantasía Obertura Romeo y Julieta, la Suite del Cascanueces y la maravillosa, soberbia y espectacular Obertura 1812 (concretamente esta era la pieza que andaba buscando con ansiedad).


No tengo palabras para describiros cómo el ánimo cambió al escucharlo. La sonrisa en la cara y el placer interior renacieron; volvía a escuchar esos sonidos maravillosos que nunca había vuelto a escuchar desde que perdí el CD (¿dónde estará querido Julio?). Recordaba en mi mente ese sonido tan bello y tan espectacular, era uno de mis discos preferidos, de esos que pones cuando necesitas algo de aliento. Y al fin lo reencontraba.

No voy a marearles con detalles de las obras, simplemente recomendarles encarecidamente que las escuchen y disfruten con ellas. Son absolutamente soberbias. El mejor Solti y una espectacular Orquesta Sinfónica de Chicago se ven acompañados de una toma sonora absolutamente espectacular.

¡Qué bonitos me han sonado esos "cañones" y esas campanas, Dios mío, qué bonitos!

¡Qué feliz me han hecho hoy! Una preciosa entrada número 150.

¡Que la disfruten!

Tchaikovsky
Obertura 1812
Fantasía Obertura Romeo y Julieta
Suite del Cascanueces

Solti
Orquesta Sinfónica de Chicago

Grabación
Chicago, Orchestra Hall, enero de1986







PD: 3 de diciembre de 2017. Más felicidad aún. Al fin he podido conseguir el disco y disfrutarlo. Añado el enlace FLAC. Espero que gozen tanto como yo de esta joya.

lunes, 9 de agosto de 2010

Martinu. Conciertos para Piano nº 3, nº 4 y nº 5. Jirí Belohlávek. Emil Leichner piano. Orquesta Filarmónica Checa. 1986 a 1989.


Queridos amigos, completamos con esta entrega el doble CD dedicado a los conciertos para piano de Martinu. En esta ocasión corresponde el segundo de los discos con las soberbias grabaciones de los conciertos 3º, 4º y 5º.


El Tercer Concierto para Piano es una verdadera preciosidad. Martinů lo completó el 10 de marzo de 1948, el mismo día de la trágica y sospeschosa muerte del ministro de Asuntos Exteriores de Checoslovaquia, Jan Masaryk (oficialmente un suicidio). Martinů abandonó los planes de regresar a su patria dadas las circunstancias políticas no demasiado propicias para el arte en general. Visitó Francia y Suiza en verano y volvió a los Estados Unidos en el otoño para convertirse en profesor de composición en la Universidad de Princeton, cargo que ocupó hasta 1951.

Su amigo Rudolf Firkusny había pedido a Martinů un concierto en el año1945, pero hasta 1947 no se puso a trabajar en el que sería su Concierto para Piano N º 3. Firkusny ofreció el estreno en Dallas, Texas, el 20 de noviembre de 1949, con la Orquesta Sinfónica de Dallas dirigida por Walter Hendl. La escucha nos permite apreciar un precioso trabajo de vuelta al concierto clásico-romántico, invocando a Beethoven y a Brahms, con algunos pasajes que muestran una pincelada del Martinů más elegante y bello. El segundo movimiento es particularmente destacable, bellísimo, una mezcla exquisita de Brahms y Martinů. En conjunto, resulta una maravillosa obra del siglo XX que utiliza lo mejor de los antecedentes musicales del pasado y de su presente, resultando una composición delicada, fuerte y deliciosa.

El Cuarto Concierto para Piano "Incantations" es otra obra espléndida. Compuesto a finales de 1955 atendiendo al encargo de la Fundación para la Música de Chicago fue estrenado por Rudolf Firkusny el 4 de octubre de 1956 en New York con la Symhony of the Air dirigida por Leopold Stokowski. Martinů asume (si esto es posible) la imposibilidad del regreso a su patria y la lucha interior es enorme entre su plenitud interior y la imposibilidad de ese regreso. Crea una música delirante, poderosa, imaginativa, con la originalidad de los dos movimientos, enormemente lírica, soñadora y con alturas dramáticas impactantes en su parte final. Resulta de una estética neoclasicista y moderna siendo también propiamente Martinů.

A finales de 1957, por invitación de Paul Sacher y Maja, Martinů y su esposa Charlotte se trasladaron a Schönenberg-Pratteln en Suiza, al sureste de Basilea cerca de la frontera alemana. Al año siguiente completó Martinů su Concierto para Piano y Orquesta N º 5 "Fantasía concertante". Escrito en una forma clásica de tres movimientos se estrenó en Berlín Occidental el 31 de enero de 1959, con la pianista Margrit Weber y la Orquesta de la RIAS (Rundfunk im Sektor amerikanischen) bajo la batuta de Gotthold Efraim Lessing. Martinů murió casi exactamente siete meses después de dicho estreno. Resulta una obra encantadora, conmovedora, extraordinariamente animosa, tensional, espiritual, colorida y sencillamente bella. Su tercer movimiento no tiene desperdicio.



Brillante y precisa la orquesta y geniales, simplemente maravillosos Jirí Belohlávek y Emil Leichner.

Les dejo con este segundo disco deseándoles sobre todo que disfruten con pasión y con sus sentidos plenamente abiertos y receptivos de estas preciosas composiciones. Son dignas de saborear y les dejaran un muy buen sabor de boca. Su espíritu tendrá un viaje emocional maravilloso que le reconfortará y hará sentir más feliz.

Martinů
Conciertos para Piano nº 3, 4 y 5

Jirí Belohlávek
Emil Leichner piano
Orquesta Filarmónica Checa

Grabación
Rudolfinum, Praga, de 1986 a 1989









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domingo, 8 de agosto de 2010

Patito Feo. Banda Sonora Original de la Serie de Televisión. Carlos Nilson; Gerardo Gardelí; Mario Schajeris. 2007.


Hoy me he despertado con necesidad de animarme. Ando algo alicaído, ¿serán las calores?, ¿una primavera algo prolongada?, y necesitaba algo alegre, divertido, sencillo y bonito.

Mira por dónde pensé en automático en Patito Feo. Me enganché a esta serie acompañando a los nenes y sinceramente les debo reconocer que amén de la música, que resulta extraordinaria, hacía tiempo que no veía una serie infantil-juvenil tan sencillamente real en su simplicidad que reflejara tan bien y de forma no "borde" la juventud preadolescente. Supongo que dentro de poco me tocará como papá sentir y experimentar las aventuras y desventuras que narra la serie (espero haber aprendido de sus indicaciones, jejeje, y no cometer los errores garrafales de alguno de sus personajes).

En definitiva que me pongo con él a escucharlo y ha resultado ser un buen bálsamo espiritual y anímico (presiosas letras y bella y rítmica música); me estaré haciendo viejo a pasos agigantados con la necesidad cada vez mayor de rememorar mi infancia o el pasado por no sé cuáles motivos. El siguiente paso que debo lograr es bailarlo cosa harto difícil dada mi nula capacidad de transmitir desde el cerebro al esqueleto las órdenes precisas sin que resulte un mal ejemplo de quietud pétrea (a ver si los nenes, que llevan los genes de la madre, me ayudan).

Les dejo este precioso disco de música sencillamente bella, divertida, con un contenido muy bonito en su mensaje; rítmica, alegre y muy, muy emotiva, un soplo de esperanza, de amor puro, de libertad, de deseos bellos, de libertad ansiada y de sueños pasados y futuros.



A ver si es posible que todo se pueda lograr aunque sea duro el camino y encuentre mi estrella perdida.

Que se diviertan mucho, bailen lo que puedan y sean felices.

Patito Feo
Carlos Nilson; Gerardo Gardelí; Mario Schajeris
2007





Martinu. Conciertos para Piano nº 1 y 2. Concertino. Jirí Belohlávek. Emil Leichner piano. Orquesta Filarmónica Checa. 1986 a 1989.


Estimados amigos me gustaría en esta ocasión compartir con ustedes esta maravillosa música de un compositor poco explorado pero absolutamente maravilloso, uno de los más gandes del pasado siglo XX: Bohuslav Martinů (Polička, Bohemia, 8 de diciembre de 1890 – Liestal, Basilea, 28 de agosto de 1959).

Compositor prolífico con un catálogo extenso estimado en más de 400 obras, tuvo como tantos otros de su generación la mala suerte de vivir la época de la Segunda Guerra Mundial con la correspondiente migración y posterior exilio fuera de Europa. Estudió violín y composición en su ciudad natal, hasta que en 1914 obtiene una plaza de violín en la Orquesta Filarmónica Checa. En 1922 estudia en el Conservatorio de Praga con Josef Suk y continuó sus estudios de manera independiente hasta que en 1923 se trasladó a estudiar a París con Albert Roussel. Tras la toma de París por el ejército nazi comienza un peregrinaje a modo de preludio de su exilio definitivo; primero por diversos lugares de Francia para terminar finalmente en New York. En EEUU desarrolló una gran parte de su tarea compositiva y tuvieron lugar también importantes estrenos de sus obras (enorme labor del gran Koussevitzky entre otros). Regresó a Europa, a Suiza, en 1953, donde murió el 28 de agosto de 1959 en Liestal (Basilea).


Sus influencias son muy variadas, Debussy, la Vangurdia Parisina, las pinceladas bartokianas, el neoclasicismo, el jazz, Stravinsky, etc. imponiendo siempre un mágico lirismo, un ritmo vital precioso y unas pinceladas bellísimas de influencia checa.

El Primer Concierto para Piano de 1925 muestra su fascinación por la vanguardia parisina y el jazz y fue dedicado a Jan Herman quien lo estrenó el 21 de noviembre de 1926 en Praga junto a la Orquesta Filarmónica Checa con la dirección de Manzer Robert. Una verdadera maravilla sonora, de gracia, vitalidad, alegría y melodismo precioso.

Su Segundo Concierto para Piano de 1934 y dedicado al pianista Germine Leroux muestra una mayor vertiente neoclásica con influencias musicales checas. Es precioso, rítmico, con una orquestación rica y una energía que desborda. Se estrenó en Praga el 13 de noviembre de 1935 no por el destinatario sino por Rudolf Firkusny y la Filarmónica Checa dirigida por Vaclav Talich. El mismo pianista lo reestrenaría igualmente en 1944 en Nueva York tras la revisión que hizo de él Martinů y en 1990 en el Festival de Praga en el retorno a su patria .

El precioso Concertino de 1938 de carácter neobarroco dedicado a Liza Fuchsová es muestra de una maravillosa capacidad concertante de Martinů y una verdadera delicia de escuchar. Divertido y serio a la par con un color precioso y una brillantez orquestal maravillosa. Una mezcla preciosa de Prokofiev, Rachmaninov y Gershwin. Fue presentado el 30 de marzo de 1947, en Bratislava (actual capital de la República Eslovaca), con la Orquesta de la Radio Eslovaca, llevada a cabo por Otakar Pařík y Liza Fuchsová al piano.

Unos conciertos maravillosos con los que seguro disfrutarán y se divertirán. Son bellos, extraordinariamente rítmicos y vitales, sorprendentes y muy bonitos de escuchar. Acompañan a estas características una maravillosa, limpia, finísima y prefecta Orquesta Filarmónica Checa dirigida por un magistral Belohlávek que extrae de ella todo su potencial, su energía y su prefección y se unen a un piano de Emil Leichner sorprendente, fresco, imaginativo, ágil y con una enorme capacidad de transmitir esa vitalidad y alegría de estos maravillosos conciertos.



Martinů
Conciertos para Piano nº 1 y nº 2
Concertino

Jirí Belohlávek
Emil Leichner piano
Orquesta Filarmónica Checa

Gabación
Rudolfinum, Praga, de 1986 a 1989









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